Desesperadamente necesitamos un nuevo punto
de vista, necesitamos ver las cosas desde la perspectiva de Dios, pero
para llegar a esto, necesitamos tener nuestras mentes renovadas. La
vieja manera de pensar nunca podrá hacerlo. Necesitamos pensar con
nuevas mentes y ver con nuevos ojos. Solo con esas herramientas seremos
capaces de entender lo que ha estado en el corazón de Dios desde antes
de la eternidad. Solo de esta manera seremos capaces de entender el
propósito de Dios.
Lo primero que veremos le causará gran asombro. Le sorprenderá porque
probablemente nunca antes se había atrevido a pensar de esta manera. En
su mente usted ha hecho a Dios a su imagen, y por lo tanto, siempre lo
relacionará de la misma forma, sin embargo, la primer cosa que usted
debe ver es que:
¡ Dios no es un individuo !
Él nunca ha sido, y él nunca lo será. Sin embargo, pensamos en Él como si lo fuera, ¿no es así?
Nosotros somos Cristianos “individuales” tratando de relacionarnos con
un Dios “individual”. Esto es como tratar de insertar una pieza cuadrada
en un orificio circular. Simplemente no embona! Dios no es como
nosotros. Necesitamos ver primero quien es Dios.
Lo diré nuevamente: Dios no es un individuo. Él es una comunidad de tres
personas; el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Él no piensa como un
individuo y Él no actúa como un individuo. Él es una comunidad de tres
personalidades distintas que son una. Él es TRI-UNO (tres-uno), o
tres-en-uno. Hay un solo Dios, pero Él está constituido por 3 distintas
personas. Estas personas son diferentes pero no son individuos
separados. Cada uno tiene una personalidad única, pero no viven o
funcionan como entidades separadas. Cada una de estas personas es Dios,
pero siguen siendo un solo Dios, no tres. El Padre es Dios, el Hijo es
Dios, el Espíritu es Dios, pero sigue siendo un solo Dios! ¿Cómo puede
ser esto posible?, ¿Por qué es tan difícil para nosotros entender esto?
Simplemente porque pensamos con una mente “individual” y algo que no
encaja en este paradigma simplemente no lo podemos procesar.
Pero Dios nunca ha sido un individuo aislado como tú y yo; por lo que
sus pensamientos son totalmente diferentes a nuestros pensamientos
(Isaías 55:8-9). Dado que no es un individuo, Él no piensa como un
individuo. Él piensa en términos de comunidad.
El punto de vista en Comunidad
Dios piensa y actúa como una comunidad, no como un individuo separado.
Dios es comunidad, de tal manera que piensa corporativamente. Esta
diferencia en punto de vista ha sido un gran problema desde la caída del
hombre. Nosotros creemos que Dios piensa como nosotros pensamos y por
lo tanto podemos entenderlo ¡porque Él es justo como nosotros! Mas no es
así. Él no es como nosotros y la única forma en la que podremos
entenderlo o entender lo que dice es cambiando nuestro punto de vista.
Necesitamos ver las cosas desde la perspectiva de Dios y esta
perspectiva es corporativa, no individual.
“La divina trinidad no es simplemente una declaración acerca de cómo
experimentamos a Dios. Tampoco es meramente la forma en la que Dios se
nos presenta. Por el contrario, el único Dios es eternamente tres
personas. Dios actualmente es el Padre, Hijo y Espíritu. Así como Dios
se caracteriza por la unidad, de la misma forma trinidad también
pertenece a la forma que Dios actualmente es.”
Stanley J. Grenz
“Created for Community”
Baker Book House 1998, p.45
Un buen ejemplo de este punto de vista en comunión puede verse en la
vida terrenal del Señor Jesús. Él nunca trabajo solo. Él habló las
palabras del Padre. Él hizo el trabajo del Padre. Él echó fuera demonios
por el Espíritu (Mateo 12:28). Jesus vivió por la vida del Dios Triuno.
Él hubiera podido vivir una vida independiente y trabajar solo, pero
esa no fue su elección. Como persona, Él tiene una voluntad y el poder
de elegir, y Él eligió, como hombre, el vivir y trabajar en la vida
corporativa de Dios. Él tuvo una “conciencia corporativa” y era
consciente de donde había venido. Fue parte de una comunidad y no pensó
en actuar independiente de esa comunidad solo porque estaba aquí en la
tierra. De hecho, el Padre lo envió a continuar esa comunión aquí en la
tierra, ese estilo de vida corporativo, para que sus discípulos
comenzaran a “ver” con nuevos ojos. Él quería que comenzaran a ver desde
la perspectiva de Dios.
Una de las más grandes necesidades entre los creyentes hoy es el ser capaces de “ver” desde esta perspectiva corporativa.
Con el riesgo de sonar redundante lo diré una vez más: Dios no es un individuo!
Nuestro Dios es corporativo. Él es Tres-en-Uno. Él piensa en términos
corporativos y Él habla en términos corporativos. Él vive un “estilo de
vida” de comunión. Él vive como tres distintas Personas quienes tienen
sus propias y únicas personalidades y todavía son uno. Ellos viven
juntos, ellos actúan juntos, ellos se relacionan entre sí continuamente.
Ellos comparten la misma vida, substancia y esencia.
“La unicidad de Dios no es la unicidad de individuos distintos
contenidos en sí mismo; es la unicidad de una comunión de personas que
se aman mutuamente y viven juntas en armonía… Ellos son lo que son
solamente en su relación unos con otros… No hay una persona solitaria
separada de los demás; no por encima o debajo; no primero, segundo,
tercero en importancia; no gobernando y controlando ni siendo gobernado y
controlado; sin posición de privilegio a ser mantenido sobre o en
contra de los otros; sin preguntas o conflictos concernientes a quien
esta a cargo; sin necesidad de establecer independencia y autoridad de
uno a expensas de los otros. Ahora hay solamente una comunidad y
comunión entre iguales que comparten todo lo que ellos son y en su
comunión con los demás, cada uno vive con y para los demás en una
entrega mutua, dando su amor, y respaldo; cada uno libre no de sino para
los otros. Asi es como el Padre, Hijo, y Espíritu Santo están
relacionados en el círculo íntimo de la divinidad.”
Kevin Giles
“La Trinidad y Subordinacionismo”
Downers Grove: Inter Varsity Press, 2002 p.103
La vida Divina es Corporativa
Las escrituras hablan bastante acerca de la vida divina o vida eterna.
Necesitamos entender que no es solamente la cantidad de vida que es
representada, sino es la calidad de la vida lo más importante. La vida
eterna, es pues, la mismísima esencia del Dios Triuno. Esta es una vida
corporativa, una vida de unicidad, una vida de cooperación y trabajo en
equipo, una vida de profunda comunión y unidad, una vida de completa
dedicación mutua y de continuamente dar la vida unos a otros. Esta es la
vida intima de Dios!
Por Milt Rodriguez http ://www.odresnuevos.org/articulo.php?IdArticulo=2
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